Gracias a un gran donante, tuvimos la oportunidad de ir al santuario de animales en Karlsruhe con niños que nos acompañan. Patos, gansos, gallinas, conejos, cerdos, ponis, gatos, cabras... había para todos los gustos. Equipados con botas de goma y ropa adecuada, conquistamos el santuario.
Hubo una pequeña visita guiada y un concurso de granja, se podían acariciar a los animales, se nos permitió pasear a los ponis con correa y, como punto culminante especial, celebramos el cumpleaños de uno de nuestros hijos con pastel y pizza.
Este día estuvo lleno de alegría y emociones para todos. Los animales están pasando el resto de sus vidas en el santuario y lo que eso significa depende de nosotros. Sterneninselentender muy bien a los niños.